martes, 8 de diciembre de 2009

Un enamorado "traicionado"

Nada hay más duro para una persona que sentirse traicionado por quién ama, pues así me siento yo. Llevaba bastante tiempo sospechando que no era como yo creía que estaba enamorado de una ilusión pero me agarraba a un clavo ardiendo ante la más mínima posibilidad de que en el último momento se me demostrase que todo era como yo lo había soñado, poco a poco, día a día me voy dando cuenta de que no será así...

Hablo de Sevilla. La ciudad de mis sueños, de mi vida, ciudad que no sé de que manera ha ido quedando vacía de contenido hasta convertirse en algo parecido a Sodoma y Gomorra, Sevilla famosa por sus Fiestas, por su Semana Santa, por su Feria, por sus toros, por su Navidad... es hoy días quizás una ciudad que ha perdido el rumbo de tal manera que olvida incluso el lema de la misma, muy noble, heróica y Mariana Ciudad de Sevilla, así es como desde Siglos atrás se conoce a la Capital de Andalucía...

No es algo que haya comenzado hace poco, aunque no hace mucho que a mi me dio por pensar en ello, con el tema de la expulsión de la Banda de las Cigarreras de su local de ensayo, se demostró la poca valía de un alcalde que está manipulado por un impresentable de ideología nada acorde con la idiosincracia de la Muy Mariana Ciudad de Sevilla; pero no ha sido esto lo que a mi me ha dado pena; voy un poco más allá.

Hace un par de años el impresentable se despachó con unas declaraciones que nos hacían ver que el alumbrado Navideño no era tal sino que se alumbraba la Ciudad por el Solsticio de Invierno... Una desfachatez, pensé yo... pero nada más lejos; desde ese mismo momento, el Ayuntamiento de nuestra Capital comenzó a cambiar el mismo y a empobrecerlo con banales excusas hasta el punto reducir el mismo casi sólo a la Plaza Nueva.

Sevilla en Navidad da pena, con lo que eso puede llegar a repercutir en los comerciantes, en los negocios de la ciudad... Sevilla en Navidad da impresión similar a la verbena de un pueblo pequeño sin ningún tipo de posibilidades económicas, y eso me duele.

Recuerdo cuando aún era un niño y me paseaba por el Prado de San Sebastián y veía esos árboles magníficamente decorados, esas faroles que eran Estrellas de la Ilusión, y al igual pasaba con Marqués de Parada, Sierpes, Rioja, Reyes Católicos y tantas otras que hacían de Sevilla una ciudad de ensueño que hoy no existe gracias a un ayuntamiento que se preocupa más por sus intereses personales y de no sé que asociación cubana que por el propio bienestar del Sevillano.

Este fin de semana lo he pasado en Madrid y he disfrutado como cuando era un niño, Serrano, Gran Vía, Alcalá, la Plaza Mayor, Sol, Correos, Cibeles, Neptuno, todo estaba verdaderamente adornado de tal forma que hacen atractivo el pasear por Madrid en estas entrañables fechas, igual pasa con Torrejón cuya plaza fue mi envidia por no tenerla en Sevilla.

Todo esto sucede por no saber a que jugamos cuando cuando el papelito cuela en la urna, Sevilla y los Sevillanos tenemos que ser fieles a nuestras tradiciones y aquí entran nuestra Semana Santa, con sus ensayos de bandas, nuestra feria y nuestra NAVIDAD, si NAVIDAD, en mayúsculas y con todas sus letras, porque en estas fechas que pronto comienzan celebramos el Nacimiento del Salvador, y no un solsticio.

Sueño con que Sevilla me vuelva a enamorar en estas fechas quiero ver de verdad un Espíritu Navideño con calles perfectamente decoradas con Estrellas de la Ilusión, con Magos de Oriente que regalen al Sevilla felicidad y alegría como yo he visto en Madrid....

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