Como he mencionado en otras ocasiones, mi Hermandad ha tenido a bien designarme como pregonero del 350 Aniversario de la Vera Cruz en Carrión, acto que tendrá lugar el próximo 7 de Marzo de 2010 en la Parroquia de Carrión de los Céspedes, como adelanto, os dejo lo que hace cinco años escribí para él.
No podía ser de otra forma, sin pensarlo, aunque no sin desearlo me llegó la oportunidad, el día y el año que menos lo esperaba, y aparentemente de la forma menos grata, pero se presentó como se presenta todas las grandes oportunidades de la vida, sin avisar y sin haberlo pensado, sin haberlo merecido; no sé aún porqué motivo Dios me quiso aquí, esta noche.
Tan sólo hace un año era yo el humilde presentador, que nervioso y sin creerse digno, desde este mismo atril presentó al pregonero, ya entonces aquella tarea me pareció complicada, recuerdo, que una idea bailaba por mi mente mientras realizaba la presentación de mi amigo Pedro, “Cuando yo dé un pregón lo empezaré a escribir un año antes, porque sino, NO ME VA A DAR TIEMPO”; Quién me iba a decir a mi que justo desde ese instante la cuenta atrás de ese “año” daba comienzo, porque Cristo me tenía una sorpresa la cual me desvelaría una Semana antes de su pregón; y apenas sin darme cuenta, estaba postrado ante él, rogándole con todas mis fuerzas no fallarle esta vez , pidiendo que me permitiese Exaltar a su Hijo, y ahondar en el corazón de ustedes mis hermanos, para con vuestros sentimientos como faja y mi amor como costal al golpe de martillo poder dar esta levantá,
que los acólitos se preparen que el Cristo va empezar a dar en este camino de la Cruz que con vuestra venia yo voy a pregonar, y por eso te pido ti que le des fuerza a tu costalero para que sepa cumplir con el papel de del más Humilde de los Pregonero.
Reverendo Sr. Don Fermín Múñoz, Cura Párroco de Carrión de los Céspedes y Director Espiritual de la Hermandad
Sr. Hermano Mayor y compañeros Oficiales de la Antigua e Ilustre Hermandad de Nuestra Señora de Consolación Patrona de Carrión de los Céspedes.
Querido Presentador
Hermanos, amigos todos.
Quiero agradeceros la oportunidad que me brindáis al permitirme hacer de cicerone de vuestros sentimientos en el camino de la Cruz, especialmente quiero agradecer a nuestro Hermano Mayor y a mis compañeros de Junta, el que hayan confiado en mí para llevar a cabo este acto, en tan solo una semana, reto el cual confío se haya saldado con una victoria. Igualmente quiero agradecer a mi presentador las palabras que me ha dedicado, tengo la plena convicción de que todas ellas son fruto del cariño que ambos nos tenemos, Manuel Carlos muchas gracias, muchas gracias no sólo por esta mi presentación, muchas gracias por todo lo que haces por nuestra Hermandad, muchas gracias por estar ahí las 24 horas del día, muchas gracias por estar siempre en el silencio al servicio de tus hermanos.
Por la importancia que tuvo creo que es necesario comenzar esta Exaltación felicitándonos a todos por la Concesión Permanente del Stmo. Sacramento a nuestra Hermandad en este año de la Eucaristía, y pienso que es de recibo agradecérselo a usted Don Fermín, porque sé que sin su apoyo no se hubiese llevado a buen puerto, le aseguro que mi Hdad. siempre recordará este hecho.
Jesús de la Vera+Cruz es ese hombre que está en la vida de todos y cada uno de nosotros, Jesús de la Vera+Cruz es ese hombre que nos tiende su mano, en cada momento de nuestra vida, Jesús de la Vera+Cruz es el hombre cual ignoramos su presencia pero también al primero que echamos en falta cuando no está con nosotros.
Recuerdo hace ya algunos años que entraba en su Casa, y como cegado por su luz me iba dirección a Ella, mirándola, contemplándola, hablándole, era capaz de llevarme horas y horas, no me cansaba de admirar su bello rostro y es que por ella parecían no pasar los años, jamás me aburrieron nuestras conversaciones, luego, cuando ya se hacía tarde salía sin hacer más ni menos. Un día todo cambió, cuando entré, con la alegría de siempre, noté que en la casa nada era igual, tan solo entrar por la puerta un escalofrío recorrió mi cuerpo, un sentimiento de vacío me presionaba el corazón, rápidamente la busque con la mirada y allí la encontré como todos los días dispuesta a escucharme; no obstante el corazón seguía latiéndome de forma diferente, poco a poco, con inseguridad, con miedo fui adentrándome en la que por segunda vez en mi vida notaba vacía casa, no me hizo falta mucho más tiempo para averiguar que por primera vez Él no estaba allí cuando yo iba a visitar a su Madre.
Por primera vez en la vida Él fue el centro de nuestra conversación, y me quedé admirado con lo que la Madre me contó del Hijo, Él sin yo saberlo era el motivo por el cual yo venía a visitarla, a pesar de la indiferencia a la que yo le tenía sometido, Él sabía cuando me acercaba a su casa, y era Él quien me abría las puertas de par en par para que me sintiese como en la mía, Él es como la Sal, con la que condimentamos nuestros alimentos, la cual pasa desapercibida siempre y cuando no nos falte.
Ese día hablando con Ella me lo contó todo de Él, el porqué estaba allí, sobre ese madero, me contó porqué había tenido que salir, ¿Sabéis algo? Ese Día ella estaba triste, me confesó que se sentía sola, Que sólo Él era quien daba Consuelo a su Soledad, según me decía Él, esa persona la cuál yo pensaba que carecía de importancia su estancia o no en la Casa, era el pilar fundamental de la armonía, desde aquel rinconcito donde el suele estar, consigue cuan director de orquesta que todos los instrumentos afinados sepan interpretar su papel.
Así es mi Cristo de la Vera+Cruz, callado, modesto, pero siempre pendiente de nosotros, siempre dispuesto a perdonar, siempre enamorado de su Madre, siempre pendiente de su felicidad, siempre Fundamental para la Vida de esta Hermandad. Porque sin el Hijo nada es la Madre, Él sabe que dentro del corazón del Carrionero, hay un lugar muy especial donde lo alojamos, lugar lleno de palmeras que está en lo más alto del sentir de todos nosotros, en un altar escueto pero en el que nada le falta, altar siempre alumbrado por los corazones de sus hermanos, que un prioste enamorado no para de limpiar.
Dicen que detrás de cada buen Hombre hay una gran mujer, si ese hombre, ese buen hombre, es nada más y nada menos que el Hijo de Dios, ¿Cómo tenía que ser la mujer que había detrás de ÉL?
Y tan perfecta ella fue que en nuestro pueblo él por detrás de Ella quiso ser, le regaló una Casa, y desde el principio, cuando aún nadie habitaba la alquería, con su nombre la llamó aunque algún político insolente ahora se empeñe en lo contrario.
Yo que soy el Rey del Mundo, a ti te voy a regalar una pequeña villa, que siempre a ti se encomendará, serás su fuente de alegría, y aunque pequeña será, en la tierra a nadie querrán más, será conocido por todos el amor que a ti te profesarán, y nadie a tu autoridad en ella podrá escapar, por ser madre mía, a ti te voy a llamar Consolación Madre de la Iglesia y lo que tu digas en ella se hará, por ser mi madre querida reina te voy a coronar y Alcaldesa en tu pueblo a ti te nombrarán, todos los honores a ti te corresponderán por eso el Día de Corpus conmigo saldrás. Por si no fuese poco dos regalos más patrona por derecho canónico y mi verdadera presencia que en tu Ermita ya siempre va a estar.
Recuerdo, como pasaban y pasaban los días uno detrás de otro, el seguía sin volver, su Madre, esa bella mujer por la que no pasaban los años iba transformando su cara, la cual poco a poco según pasaban los días iba tomando una tez más triste y dolorida, la Amargura de su Soledad iba haciendo mella en ella pero su carácter de mujer fuerte, luchadora, la hacían tomar una actitud tal que consiguiese que nosotros no nos preocupásemos más ni por Él ni por Ella, intento ocupar su sitio para que ninguno de nosotros cuando fuésemos a visitarla, sufriese esos escalofríos que antes les narraba, producidos por su ausencia, en sus manos una Corona de Espinas acariciaba; Corona que tal y como a él torturaba su frente, a ella sus bellas manos atravesaban, María, en su Soledad, quiso sentir el dolor del Hijo, para con su sufrimiento seguir salvando nuestras almas, la Soledad de María, le atravesaba el Corazón tal como Longino hizo al Hijo con su Lanza, María se sentía responsable de todos nosotros en la ausencia del Hijo, la Soledad de María en su casa, la llevó por segunda vez ha realizar el camino de la Cruz, la llevó por segunda vez al Monte Gólgota, con la diferencia de que esta vez era ella quien cargaba con nuestros pecados, tal era el dolor que su Soledad le llevó a producir que María en el camino también calló, y calló una, dos y hasta tres veces, pero siempre seguía adelante, en su camino ella iba recordando cuando Él era pequeño y por su pueblo paseaban entre arcos de Romero y Flores y esto le daba la seguridad de que el volvería.
Un día cuando vine a visitarla, Ella estaba hablando, con una mujer morena cuyo niño llevaba en los brazos, esa mujer Morena estaba Consolando a María en su Soledad.
- Soledad, sé fuerte en este camino, no te vayas a Amargar, yo vengo de donde está tu Hijo y sé que pronto volverá
- La Esperanza no pierdo yo, sé que aquí llegará pero sin Él arduo es el Camino, le contestó Soledad
Y la mujer seguía con su fe infinita en Consolar a la Solitaria María.
- Arduo es el Camino de la Verdad, pero el no solo su cuerpo es, sus corazón contigo está, siente su Gran Poder que desde Sevilla te ha de llegar.
- Su Gran Poder Siento y sé que no me va a dejar, con humildad y Paciencia esperaré su pronto regresar.
- Soledad no estés más tiempo sola, no quiero que esperes más aquí tienes al hijo que algún día han de crucificar,
- Mujer como va a ser eso cómo a tu hijo van a Crucificar, eso lo hicieron con el mío, unos hombres malos que ya muertos están. ¿Qué harás tú sin él si me lo quieres dejar?
- Ser feliz contigo si te puedo Consolar, esa es mi Misión la que él me encomendó, hace mucho tiempo ya.
- Mujer Porqué eres tan buena conmigo- preguntó Soledad,
- Es que no entiendes que yo por ahí voy a pasar, que ahora soy yo la que te tiene que Consolar pero que tu Consuelo es el mío, en nuestra ardua Soledad, Que este hijo mío es el tuyo qué en el madero está, que por el mundo se entrega día a día en su bondad, que todos los días lo crucifican y lo vuelven a azotar, el que se perdió en templo y allí lo volvieron a encontrar, el que tuvo Sed y vinagre le quisieron dar, el que multiplico los panes, y sobre el mar supo andar, al que coronaron de Espinas y sin justicia quisieron juzgar, el que guardó silencio cuando lo quería matar, el que resucitó al tercer día y con el Padre siempre está.
…Y la mujer morena se marchó dejando a su hijo con la Soledad, y Soledad ya no está triste pues sola ya no está, tiene consigo al rey del Mundo al Señor de la Bondad, y entendió el misterio, pues ah de resucitar, y no morirá en la Cruz sino que siempre vivirá, que año tras año volverá a resucitar y que un día en el año por Carrión se paseará, repartiendo su Consuelo a todos los que sienten Soledad.
Y los días pasaron hasta que una fría noche, el volvió, lo recuerdo perfectamente yo estaba allí, vi como llegaba y como si el tiempo no hubiese pasado, Él, en silencio, sin bullicio, sin ánimo de protagonismo se situó en el lugar donde siempre estuvo, junto a su madre, cerrando ese triángulo mágico que mantiene la armonía en el universo, Cristo es la piedra sobre la que se sostiene el todo. El pilar fundamental de nuestra razón de ser.
Ese día cuando junto a él entré en la Ermita, escuché un corazón latir de gozo, y él a su madre le preguntó, que porqué ya no lloraba sino que sonría.
muchos años me costó comprender porqué así sucedía, y una mujer morena me ayudo en mi agonía, mi explico que tu no mueres, sino que siempre vivías, que eres el Elegido de Dios, que eres mi Mesías, que todos los Viernes Santos al caer el día tu cerrarás los ojos para abrirlos al tercer día, que estás siempre en el Sagrario instituyendo la Eucaristía, haciendo cumplir tu palabra, tu palabra de alegría, palabra de Salvación, palabra que en ti se cumplía, porque con tu Resurrección , ya nadie más moriría, porque tu salvaste el mundo con tu muerte y agonía pero nada acaba aquí me dijo que todo proseguía que años tras año tu vuelves para salir ese Día.
No te equivoques Madre, que yo ya resucité y he vuelto a esta tu casa, para no irme otra vez, que todos los años nazco pero que ya no moriré aunque esté aquí en la Cruz tu me verás crecer, aunque los hombres malos me peguen y me azoten otra vez yo te prometo a ti que sola no te dejaré que las heridas de tus manos me escuecen más que el costado o la herida de las mis manos que el egoísmo me ha clavado.
Y María le preguntó que como lo iba a hacer, para estar siempre a su vera y salvando al mundo a su vez,
- El año 2005 de la Eucaristía lo proclamaré, y comenzará de la forma más grande para la gente que te quiere, El primero del año, será el primero de los días en el que tu casa contará con mi verdadera presencia. Y el Señor por su Gracia para su Madre, dejó, para gozo de los Carrioneros por siempre en su Ermita la Eucaristía.
Siguiendo su conversación, María preguntó a Jesús que qué había hecho en todo este tiempo de ausencia de su Ermita, Jesús con cara triste la miró, suspiró y comenzó a relatarle todo; Contó que su historia comenzó, en el Barrio de los Terceros de la Hispalis Romana que fue a visitar a una mujer que aquí vivió cuando la orden de Calatrava, que allí encontró a los amigos que hacia tanto que no veía, que se fueron a cenar al igual que aquel día, y que de nuevo uno lo traicionó, pero que ya no fueron treinta malditas monedas sino que fue la avaricia la que antepuso a su vida.
¡Oh Madre mía! Que sigue habiendo Judas en el mundo, que el canalla, que se ahorcó sigue estando presente en Carrión, que me entregó con un beso, prueba de amor, amor que se traiciona por un simple doblón, día a día en este mundo que no aprecia mi Salvación.
Si Madre mía la historia se repitió, y mientras sin justicia me juzgaban un amigo me negó, dijo que no me conocía que quién era yo, que el no era más que un simple pescador, y otra vez ese gallo cantó, que el gallo sigue cantando y la gente negando a Dios, por evadir un problema nos le da pudor, y Caifás no me encontraba culpable y tampoco lo hizo Anás, pero los dos coincidían en algo, me querían Crucificar, me mandaron a Pilatos que en la Resolana me juzgó, pero no entendía que mi Reino era de Amor, Amor que le tengo al mundo a pesar de todo, porque son mis hermanos aunque digan que no querían mi libertad cuando en la Calzada Pilatos me presentó, Que no querían cambiar el consumismo por la verdadera felicidad, prefieren ser esclavos, del dinero y la maldad antes que seguirme a mi, que soy toda Bondad; y antes de cruzar el río Pilatos en él se lavó las manos, luego me llevaron a una fábrica de tabacos donde me dieron el peor de los azotes, porque me azotó el paro, y no me azotaron sólo lo hicieron con una mujer que llamaban Victoria, ella me contó que aunque no trabajaba en la Fábrica en ella residía y que se sentía Cigarrera porque todos los días las veía, y que si cerraban la fábrica de allí a ella la echarían.
¡Qué Mundo Más Cruel, Madre! Que se antepone la fortuna de uno ante el pan de muchos.
Y me llevaron a la plaza de la Encarnación, donde me vistieron con túnica púrpura y con sus pecados me coronaron, recuerdo que la sien estos me perforaban, la pereza, la envidia la gula, la avaricia la lujuria la ira, ni poder respirar podía, y por si no fuese poco con más pecados en mi hombro cargaron, y con todo esto me pasearon por Sevilla, y yo derrotado estaba, andar más no podía y en la calle larga por tercera vez me caía, y un marinero ayudarme quería cogió todos los pecados y sobre sus hombros los cargó para que por fin pudiese andar yo, por fin un hombre bueno, que me quería ayudar ya pensaba yo que solo volvía estar, pero no todo el mundo es malo, no todo es egoísmo, sé que mi semilla germinó en el Corazón de mis hijos, que por cada alma mala que hay una buena está que con sus obras consigue salvar, a toda esa gente mala que me quiere matar.
Y con ese marinero como cirineo, conseguí llegar, pero nada acabó aquí, todo acababa de empezar, al darme cuenta de toda la maldad rendido caí al suelo no paraba de llorar, cuando algo atravesó mi mano, no era un clavo ya, al mirar fijamente, vi una mujer llorar maltratada por su marido, como puede haber tanta maldad, y no le tenía piedad, bofetada a bofetada le volvía a golpear cuan martillo mi clavo que me conseguía atravesar, y cerré mis ojos no quería ver más hasta que por fin lo abrí la mujer no estaba ya, y vi a mis hermanos no tenían nada, para llevarse a la boca y apaciguar el hambre que les mortificaba; y sentí lo que ello sentía y su hambre a mi golpeaba cuan martillo mi clavo que a mi mano conseguía atravesar, el dolor que sentía era cada vez más grande y de nuevo vi a mis hermanos en una patera están, golpeados por el agua, querían escapar de la miseria engañados por unos hombres que igual que hicieron conmigo buscan enriquecerse, a pesar de sus vidas, y en esa barca están niños y mayores y mujeres embarazadas, y la patera no aguanta la fuerza de las olas que la golpean sin piedad igual que martillo golpeó ese último clavo que a la cruz me pegó, la historia se repetía ya poco más podía hacer yo.
Todo lo acontecido Sed me provocó, Sed de Justicia, Sed de Amor, Sed que quisieron apagar con más violencias, igual que aquella vez que con Vinagre lo intentaron.
Respirar ya no podía cuando esa noticia me rompió el corazón, fue hace un año ya, cuando me llenó de dolor, una mañana que como todas empezó, era 11 de Marzo, y vi un atentado aterrador, unos estruendos horribles arrancaron la vida a centenares de inocente, y lo vi todo, yo estaba allí cuando ese tren reventó y al ver tal masacre el corazón se me rompió era la lanzada de Longino, la que ya me atravesó Consumatum est, todo terminó.
Pero al tercer día el Resucitó, salió de las sepultura porque el era Dios, salió de forma triunfante salió como vencedor, había vencido a la muerte con Amor, perdonando a sus asesinos y a todos los que le causaron dolor, se había cumplido su palabra, ya no habría más temor, porque con él todos Resucitábamos, ya no habría más dolor, Jesús liberó al mundo cuando por el murió.
Sé que todo os preguntáis por que lo hizo así, cuando siendo Dios de otra forma nos podría liberar. Yo tampoco sé la respuesta pero lo que si sé, es que esta Semana que la que viene conmemoramos, es la razón de Ser del Sevillano, que sin la Pasión Sevilla no seria la misma porque
La Semana Santa es a Sevilla, como a la vida es el agua, como al agua el aire y el aire a la Giralda, como la Giralda a Sevilla y a Sevilla la Semana Santa, a la Semana Santa la Eucaristía y a la Eucaristía Carrión, y a Carrión su Ermita, y a su Ermita Consolación, y a Consolación su Hijo y a su Hijo, mi Corazón, y mi a corazón el Romero y el Romero a Carrión, y en Carrión arcos de flores para que pase el Señor, acompañado de su madre, a la que el pueblo le regaló para que se cumpliese el misterio, el misterio de la Resurrección, en esta ermita Gloriosa todo sucedió, Aquí fue el Hijo engendrado y aquí resucitó.
He dicho
